Resumen
- La petición de ADF UK para apoyar la libertad de expresión de los estudiantes obtiene un importante apoyo de camino al 10 de Downing St.
- La campaña denuncia que la “cultura de la cancelación” en las universidades hace que más de una cuarta parte de los estudiantes se autocensuren
LONDRES (9 de abril de 2021) – ¿Hay una crisis de libertad de expresión en las universidades del Reino Unido? Al menos 10.000 ciudadanos piensan que sí y han sumado su nombre a una petición dirigida al Número 10.
“La libertad de expresión es la base de toda sociedad libre y democrática. Entre todos los lugares, la universidad es el sitio donde los estudiantes deben ser libres de debatir y explorar ideas, especialmente aquellas con las que no están de acuerdo. Las políticas y prácticas institucionales pueden dar a entender que incluso las opiniones más extendidas están fuera de lugar. La censura actual en los campus puede convertirse fácilmente en la cultura de la cancelación en la plaza pública”, dijo Jeremiah Igunnubole, asesor jurídico de la ADF del Reino Unido.
La contundente respuesta -10.000 firmas y sumando- se produce en medio de una creciente evidencia de censura en las instituciones educativas de todo el país. Recientes encuestas revelan que más de un tercio de los estudiantes británicos consideran que sus carreras se verían afectadas negativamente si expresan sus opiniones sobre algunos temas importantes para ellos. Uno de cada cuatro oculta sus opiniones por miedo a que contradigan las promovidas por la universidad.
Medidas gubernamentales sobre la libertad de expresión en el campus
Este año ya se han dado pasos significativos hacia una protección más sólida de los estudiantes con opiniones minoritarias. Tres de las cinco peticiones de la campaña ya se han concretado en propuestas formales presentadas por el Ministerio de Educación el 16 de febrero de este año.
Las propuestas respaldadas por el Gobierno incluyen la posibilidad de suspender la financiación de los contribuyentes a las universidades que no protejan la libertad de expresión.
Otra propuesta incluida en el informe del Departamento de Educación es que la Oficina de estudiantes vigile activamente la libertad de expresión en los campus universitarios, proporcione apoyo directo a los estudiantes a los que se les ha negado su derecho a la libertad de expresión y elabore un informe anual sobre dicha actividad.
“Estos anuncios son oportunos y constituyen un avance positivo, pero hay que hacer más, sobre todo para garantizar que el personal universitario reciba la formación necesaria para reconocer y defender la libertad de expresión de los estudiantes y fomentar un entorno de aprendizaje inclusivo y diverso. Aunque acogemos con satisfacción las propuestas, seguiremos abogando por que estas mejores protecciones se pongan en práctica para lograr el cambio prometido por el secretario de Educación, Gavin Williamson, cuando identificó el problema en 2020”, dijo Elizabeth Francis, responsable legal de ADF UK, en respuesta a las propuestas.
Los promotores de la campaña esperan que se produzcan más avances en las principales cuestiones pendientes. En concreto, que el Gobierno publique unas directrices claras sobre la libertad de expresión en los campus y que el personal universitario y los representantes de los estudiantes reciban una formación exhaustiva sobre sus responsabilidades para defender y proteger esto como parte de su formación básica.
Los estudiantes se ven cada vez más afectados por la “cultura de la cancelación” en el campus
A pesar de que las conferencias y los eventos tienen que ser online por la pandemia mundial, han seguido apareciendo pruebas de censura a lo largo de 2021. La sociedad provida de la Universidad de Queen de Belfast fue investigada por el sindicato de estudiantes en marzo por hablar en contra del aborto en las redes sociales.
Los estudiantes de la Universidad de Oxford también han señalado que la “cultura de la cancelación” ha asfixiado la libertad de expresión y el debate. Georgia Clarke, antigua presidente de la Sociedad de alumnos por la vida de Oxford, recordó que el club había recibido instrucciones de correr las cortinas durante una presentación de una diputada sobre la cuestión del aborto selectivo por razón de sexo por si la conferencia “provida” que se estaba celebrando ofendía a los que miraban desde fuera.
El año pasado, Julia Rynkiewicz, una estudiante de obstetricia de la Universidad de Nottingham, se enfrentó incluso a una investigación y a la suspensión de su formación a causa de su actividad provida en el campus. Con el apoyo de ADF Reino Unido se arregló su situación y consiguió una disculpa de la universidad.
“Dejar mi vida en suspenso por una investigación injusta fue realmente difícil, tanto mental como emocionalmente. Estoy agradecida por el apoyo de la ADF UK para desafiar la censura a la que me enfrenté por parte de mi universidad. El acuerdo demuestra que el trato que me dio el centro fue incorrecto y, aunque estoy feliz de seguir adelante, espero que ningún otro estudiante tenga que experimentar lo que yo he vivido. Lo que me ocurrió puede generar un miedo entre los estudiantes a la hora de debatir sobre sus valores y creencias, ya que la universidad debería ser el lugar en el que se te invita a hacer precisamente eso”, dijo Rynkiewicz
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